Estamos en el camino, pero no sin
dificultades (muchas y diferentes). El docente, tradicionalmente
individualista, con clases de 45 minutos, está acostumbrado a trabajar solo,
aislado, en lo suyo. En este curso, hemos visto que es posible trabajar en red,
trabajar compartiendo actividades y objetivos, recibiendo y dando ayuda. Eso
marca una gran diferencia con los hábitos que traemos desde siempre. Planificar
con el otro, escuchando al otro no es fácil. Es fundamental que este tipo de
cursos fomenten la necesidad y la posibilidad de trabajar en forma
colaborativa. Trabajar en equipos no es complicado, pero cuando lo hacemos colaborativamente, tenemos que
aunar tareas, trabajar en lo mismo, compartir decisiones, opiniones, y
resultados, debemos realmente colaborar
y escuchar al otro.
A su vez, ya tenemos años de
experiencias en el camino de incorporar las tecnologías a la educación. Debemos
lograrlo porque las tecnologías forman parte de la vida de todos, y la
educación debe facilitar la inserción en la sociedad de todos sus individuos.
En cada uno de los caminos que se han emprendido, se ha intentado lo mejor.
Pero no sé si alguna vez hemos hecho una evaluación de los resultados. No
quiero saber cuántos niños se conectan a internet por día. Quiero saber si los
resultados educativos, con y sin el recurso, realmente me están dando resultados
diferentes.
Analizando en contexto en el que
trabajo, creo que nos está costando mucho unir en una sola persona, a quien
sabe de tecnologías y además sabe lo que hace en educación. Debemos formarnos
en algo como informática educativa, entendiéndola no como informática agregada
a la educación, sino como un todo que funcione junto. Pero para ello debemos
prepararnos. De ahí la importancia del camino recorrido con Artic. Nos ayudó a
conocer herramientas, a perder miedos, a saber que podemos, y que si empezamos
con pequeñas cosas está bien. Ya con el tiempo, sin darnos cuenta las ideas
nacerán casi solas.
No puedo decir todo esto, sin
agregar que hay mitos para romper. Uno de ellos es el que leí en el blog de una
de las compañeras. Los alumnos no saben todo, no trabajan solos, no hacen todo
solos. Eso no es cierto. El docente debe planificar, debe saber qué puede
esperar de las producciones, de los trabajos y de la tecnología. Debe aprender
para sentirse seguro y saber hacia dónde guía a sus alumnos y qué quiere de ellos. De otra forma
confundiremos todo, cayendo en la improvisación. En educación no improvisamos.
Hola Mabel: Creo que ademas de todo lo que Artic nos aporta, no debemos olvidar los valores que nos reafirma, tales como la colaboración, la crítica constructiva y destructiva (siempre fundamentada) el educar-aprender todos juntos. Coincido plenamente con el hecho de trabajar en equipo y coordinadamente entre colegas, y tal como lo ha mencionado Diego: que haya o no tecnología no debería limitar el hecho de seguir experimentando e investigando. Saludos
ResponderEliminarMabel estoy de acuerdo contigo esta dificultad que le genera al docente, acostumbrado a la soledad de su trabajo en el aula, a trabajar en equipo. A buscar entre pares respuestas, reflexionar en grupo y compartir ideas... Pero creo que de a poco vamos aprendiendo a trabajar en colectivo.
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